Pero hay otros cambios en curso en el sector legal, que también están afectando profundamente a la actividad de los despachos y que no tienen directamente que ver con la normativa, sino con la dinámica del mercado.
Así, según una reciente encuesta, menos de un 2% de las empresas permanece fiel a un único despacho de abogados. Cerca de un 45% se relaciona habitualmente con hasta tres despachos para la tramitación de sus asuntos legales. En España, menos de dos docenas de firmas acaparan esta rotación.
Sin embargo, un elevado número de despachos no dispone de departamentos de marketing o de presencia de las redes sociales, que les permita darse a conocer adecuadamente.
Más del 60% del tráfico de internet se realiza ya a través de dispositivos móviles. Los usuarios buscan y utilizan información por medio de sus teléfonos móviles o tabletas. Esto incluye la búsqueda de ser vicios legales y de abogados. Además, técnicas de geolocalización asociadas a estos terminales móviles permitirían al profesional disponer de servicios adaptados a su ubicación geográfica.
Sin embargo, un porcentaje significativo de despachos no dispone todavía de páginas webs que utilice una tecnología de posicionamiento en buscadores (SEO) adecuada, ni están adaptadas a su visualización en aquellos dispositivos móviles.
Más de un 50% de los despachos reconocen como un reto difícil o muy difícil de afrontar la captación de nuevos clientes y un 35% la de retener los ya conseguidos.
Sin embargo, muy pocos despachos han diseñado estrategias de captación o retención de clientes, fiándolo todo al tradicional boca a boca y a la comodidad de lo malo conocido…
Todos estos datos ponen de manifiesto que muchas cosas están cambiando en el sector de la abogacía. Y que muchas de las antiguas prácticas (los despachos opacos, sin actividad comercial y sin políticas de presencia pública) o bien no sirven o bien son directamente perjudiciales para su actividad.
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